La galera se pesca con pequeñas embarcaciones de arrastre, en la zona donde se mezcla el agua dulce de la desembocadura del Ebro con el agua salada del mar, y está seleccionada de Sant Carles de la Ràpita.
Su carne es muy fina y jugosa, gracias a la mezcla de agua en la que se ha criado. Al ser un crustáceo, se trata de un alimento rico en proteínas que aporta muy pocas grasas y carbohidratos.