El cabracho o escórpora nos llega de las Islas Baleares, de pequeñas embarcaciones que lo pescan de manera artesanal.
La carne del cabracho es firme, consistente, de gran blancura y exquisita. Además, es muy fácil de digerir y sabroso, por lo que, una vez apartamos las espinas, es ideal para los más pequeños.